lunes, 2 de noviembre de 2009

Hay conceptos


Hay conceptos inapreciables,

desbocables, intocables.
Conceptos alarmantes.
Miramientos sin enfocar nada,
vueltas de pupilas
y encrucijadas inacabables.
Hay conceptos entrecortados
en las líneas de expresión,
sentidos perpetrables en noches
de amargo control. Destino final
sin principio, ni meta, ni nada.

Hay contextos más allá del texto,
torpezas sarcásticas de sueños,
circunstancias prohibidas,
y sentidos contradictorios,
morbosidades de todo tipo
en la mente antitética del ser.
Poder o no poder no es querer
o no querer, sino hacer o no vivir
en una disgregación constante de sentir.

Hay conceptos repletos de ecos,
locuras del corazón, o de algún lado
de la parte etérea del pensamiento.
De algún lado de los gritos
de romper reglas, y crear errores.
De la cara oculta, de la traición.

Ser incomprensible a la mente humana,
al Amor, ajeno incluso a la pasión.
Incomprensible a la raza fría,
y al sabio buscador de religión.
Hay un concepto desentendido
de cualquier entendimiento, fuera
de todo lugar, de especies, tiempo,
y no sé de qué más.

Parecido a la miseria, a la búsqueda,
a la prueba del límite del pecado,
y la esfera enterrada de la percepción.

Hay conceptos que se escapan a todo,
serán por ser míos, por ser de nadie,
serán inhumanos, inexplicables,
desgarrados y punzantes,
que me hacen abrirme las venas
a grifo abierto de dolor. Para entender,
una vez más, que soy el pecado.
Y no el pecador.


Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados.

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