martes, 3 de noviembre de 2009

Ensueño


La soledad es este momento

para pensar.
Me invento en los versos,
y no puedo más
de este ansia de bosques,
de esta Luna de noches,
de este antojo a Bohemia
y a Poesía rota.
A sangre ¡como ninguna otra!
que pierde al poeta
buscando la cura
en la droga eterna,
buscando desgracias
y ritmos oscuros en la cueva
maldita de sus conjuros.
Solo me quedan momentos
para pensar: lo que he perdido
en ese tiempo,
cuando despierto y siento
que aquí no existen cadenas
que me aprisionen el pecho,
nudos que se abran
como rosas ardiendo.
La poesía es mi amor
insatisfecho. Me vuelvo al antojo
de su locura, que me está
volviendo loco con ella.
Recuerdo la borrasca,
la noche y un acantilado desierto.
Recuerdo que escribí y escribí.
A la mañana siguiente,
no quedaba nada.
Se fueron los versos.


Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados.

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