viernes, 13 de noviembre de 2009

Con ademanes inciertos


Con ademanes inciertos.
Llegó con misterio
en las llagas,
como hombre que pide,
que implora, que ruega.

Llegó deambulando,
rozando los filos
de las espadas.
Llegó su dulzura,
y con ella,
la esclava impureza.

Con ademanes inciertos,
y los ojos sostenidos
por la impulsiva entraña.
Llegó como un loco,
llegó como un genio.

Con ademanes inciertos,
con sombrero de sueños,
con chaqueta de orgullo.
Todo roto, todo muerto.


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