viernes, 6 de noviembre de 2009

El juicio bucólico


La tortura acecha al desafío macabro.

Despunta en serpiente la noche, el grito.
Se esconde el crujido latiente, robado.
Despide el camino hedor Maleficio.

La tinta corona silencios podridos,
descubre fatal el cerco carnívoro.
Premisas curtidas a cuerpo molido,
el bosque se finge callarse el destino.

La vida, sin vida. Morirse,¿qué muerte?
Ni muerte, ni vida son tuyas de frente.
Ni nada, ni espinas. Ni aliento doliente.
Me calzo tu Muerte al pie de la Biblia.

La lírica, tu carta sin nombre al nombre
de mía. Tu Pacto, que firma el Principio
vigente a la Santa Bucólica Sabiduría.
Tu Pluma, el bosque pendiente conforme
al último pulso de la fracción perdida.
Mi firma, honor, mi Sangre y mi Muerte,
¡y el Juicio nivela, y el Cosmos que Empiece!


Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados.

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