martes, 20 de abril de 2010

Se vive de sobras

Yo creía que ella y él eran algo de verdad. 
No un romance ni un noviazgo de la mano,
ni un beso de la calle romántico, 
ni una cama de sexo esporádico.

Creía, para mis adentros, 
que lo más sencillo del mundo
era lo más complicado de tocar,
y creía que así eran ellos.
Sencillos como el mundo,
tan difíciles de imitar.

Pero él empezó a ocupar su vida,
y ella empezó a criar orgullo.
Todo el vaivén del estress
de un nudo empapado de sudor.


Todo cargado de tensiones mudas,
un hilo de gritos portavoz,
una estancia callada de ignorancia.
Y el silencio que es sabio, desplomó.

Nadie quiere el amor del resto de sobras,
de comidas, de juegos, de tiempo y de horas.


No me convenzas de amor. Esta noche no.



Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados.

miércoles, 14 de abril de 2010

Todo el tiempo del mundo

Tengo todo el tiempo del mundo 
para decir dos palabras. Y nunca las digo.

Todo el tiempo disponible 
para llamar, escuchar, abrazar,
sentir y tocar. Y nunca lo hago.

Tengo todas las palabras de mi abecedario
para hacer lo que hago con mis versos.
Y nunca digo nada, tan solo pienso.

Tengo toda la vida para sentir una sola cosa
sin morir antes que eso.
Todas las horas buscando un reloj
que en otro ojos haga correr el tiempo.


Todo el silencio guardado en un suspiro
para darlo a quien creemos.


Tengo todo el tiempo del mundo
para decir te quiero.
Tuve tantas horas que ya se perdieron.
Te dije que al llegar llamaría,
un mes después no llamé.


Y el cáncer te rompió los huesos.


Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados.


 

martes, 6 de abril de 2010

Dos cosas a la vez

Esta noche sé escribir con versos
que te dedico sin respirar, al corazón.
Puedo creerte, crearte, ensangrentarme 
los dedos, si hace falta, de tanto tocarte.

Las palabras son mis instintos ilegales
de ahogarte, cortarte el aire,
romperte en moldes y montarte
en piezas de alma. Eres mi coraje.

Esta noche tengo los hombros mojados
de llorarme en ellos. La soledad
de las carencias, el terreno sincero.

Las apariencias de los poemas perfectos
debilitadas por el nombre de un sueño.

Y hacer dos cosas a la vez mientras puedo:
dormir y pensarte.


Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados.