lunes, 8 de marzo de 2010

Parar y sentarse

Dicen. Que a veces el silencio es la mejor respuesta.
Pero el silencio hoy no tiene respuestas para mí.

Al final la habitación sigue callada,
el cristal golpeado por el viento- más
atormentado que yo-, la tristeza sonando
a la par que un latido medio roto del alma,
y la vela queriendo contarme algo
que con el idioma del fuego nunca entiendo.

Los síntomas aparentemente creciendo,
y el espanto de estar vacío no tiene nombre
más que una lucha que sigue y te deja vivo
dentro del ataud más pequeño.

A veces hay momentos como estos,
nadie ha dicho que sea fácil
apretar el puño y atragantarse.
 


Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados.

1 comentario:

  1. En ciertos momentos, no es sano parar y sentarse. Para no pensar.

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