domingo, 24 de enero de 2010

Pero no podía sacarla

Tenía la idea justa en el momento oportuno,
pero no podía sacarla.

No sabía si meterme las manos
y arrancármela, o esperar a que soltase
palabra entre olvido, café y humo
-qué mezcla de adicciones drásticas -.

Tenía el la fuerza, el puño y el grito
cogidos por el cuello, a golpe de susto,
atrapados en la membrana de la agonía,
donde está originaria la idea en sintonía.

Tenía todo mi amor revolcado, apasionado.
Hecho para beberlo en tinta de anochecer,
hecho para sangrarlo de escribir tanto,
creado para matarlo en caricias de papel.

Tenía la boca sellada cuando no debía,
la conciencia bloqueada cuando no quería.

Estaba con la torpeza en las manos,
no podía decir nada.

Es que se me cayeron las lágrimas.
Y tuve que volver a abrir los ojos
de la muerte que me tenía matada.

Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados. 

2 comentarios:

  1. Que de tiempo sin leer algo tuyo.
    Firmado:
    Una amiga que recuerda los viejos tiempos, aunque solo sea de vez en cuando.

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