martes, 20 de abril de 2010

Se vive de sobras

Yo creía que ella y él eran algo de verdad. 
No un romance ni un noviazgo de la mano,
ni un beso de la calle romántico, 
ni una cama de sexo esporádico.

Creía, para mis adentros, 
que lo más sencillo del mundo
era lo más complicado de tocar,
y creía que así eran ellos.
Sencillos como el mundo,
tan difíciles de imitar.

Pero él empezó a ocupar su vida,
y ella empezó a criar orgullo.
Todo el vaivén del estress
de un nudo empapado de sudor.


Todo cargado de tensiones mudas,
un hilo de gritos portavoz,
una estancia callada de ignorancia.
Y el silencio que es sabio, desplomó.

Nadie quiere el amor del resto de sobras,
de comidas, de juegos, de tiempo y de horas.


No me convenzas de amor. Esta noche no.



Copyright©Marina Navas/ Todos los derechos reservados.

3 comentarios:

  1. El amor, el amor, el amor... algunos creen que no existe, que es una utopía. Yo creo que no sólo es algo real, sino que además todos tenemos algún ejemplo cercano.

    Qué duda cabe que el amor conlleva una extrema generosidad por parte de los miembros de esa unión. Generosidad que cada día es más difícil de encontrar. Vivimos en un mundo egoísta que nos envuelve con sus zarpas y destruye nuestra alma.

    Abogo por el amor y por la bondad porque estoy seguro de que existen y de que somos capaces de alcanzarlos.

    ResponderEliminar
  2. Existe, pero como todo, no es eterno.

    ResponderEliminar